Amo esos pequeños momentos en los que no paras de reírte de pendejadas que no le causarían gracia a nadie, con alguien.
El amor debe ser como el café. Fuerte, caliente y diario.
Quiéreme, a besos, a versos, a lunas, a sueños, pero no a ratos.
Permitame decirle que el color de sus ojos combina con la tristeza de mi alma.
En mi nunca antes nadie me había hecho sentir esta intensidad de amor, esta locura que me hace necesitarte como a nadie.
Necesito sentir el calor de tus besos en cada parte de mi cuerpo.
No es lo que siento por ti,es lo que no siento por nadie más.
El poema más corto del mundo: tú.
Y cuando todo el mundo me ignoró, tú me viste sonreír.
Me gustan las muestras de afecto sin previo aviso. Así, de la nada. De su todo.
Si mis besos le daban vida entonces tendría milenios de vida, su corazón jamás se apagaría.
Es simple: tú me miras, yo me callo y el amor sucede.
Anoche comprobé que sí, que contigo lo soy todo.
Que el amor merezca siempre la alegría, nunca la pena.
No sé mucho acerca de citas, poemas y palabras; pero cuando te veo, las palabras, las citas y los poemas cobran sentido.
Es increíble. La chica que se aburre de todo rápidamente, no se aburrió de ti.
La vida me parece más bonita desde que me encontré con sus ojos.
Su sonrisa es mi cita favorita.
Él me dice hermosa y no se da cuenta de cuantas heridas me cura.
Soy malo para eso de enamorarse lento, siempre pierdo en la primera mirada.
